Con la llegada de los peligrosos invasores, que arruinaron las tierras con sus prácticas nocivas y su agresión, nosotros, los espíritus, hemos tenido que crecer y cambiar de maneras imprevistas. Ya sea que seamos agua, fuego, debajo o más allá, respondemos: estos barcos de velas blancas deben girar y partir, o se romperán en las rocas de nuestro descontento.
Fuego e inundación, llama y pluma; Antiguos poderes despiertan para liberar su hogar de la influencia de un adversario único. ¿Podrá la isla sobrevivir a tal agitación?
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