Desde sus primeros momentos, la colonia ha sufrido varios problemas. Incluso sin la desconcertante brujería en las entrañas de la aldea, establecer nuevas fronteras ha resultado ser notablemente difícil. Aun así, la colonia debe dirigir su atención a las tierras salvajes que hay más allá de las empalizadas; sus recursos son clave para la supervivencia. El pantano circundante, aunque está plagado de vida silvestre y es muy rico en recursos, está cubierto por una constante niebla. Los intentos de expandir la agricultura han fracasado. El ganado se debilita y su leche se agria, mientras que los huevos se ponen de color verde. ¿Será la brujería que habita en la comunidad solo un síntoma de algún fenómeno natural mucho mayor? ¿Se podrá limpiar el campo para hacer de la colonia un punto de apoyo próspero?
Esta expansión solo puede jugarse con Pagan: El destino de Roanoke.
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